El mercader colombiano, que ya había levantado un tinglado en Turquía para comercializar minerales, tuvo la oportunidad de integrarse a la red que en México conducía Joaquín Leal para traficar con materias primas venezolanas y burlar las sanciones internacionales. Saab actuó como proveedor de carbón producido en el estado Zulia, aunque con la misma persona jurídica que usó en este negocio, Imperium DMCC, hizo transportar gasolina iraní a Venezuela. Pronto constató, sin embargo, que colocar despachos de carbón no es tan fácil como con el oro negro. Así lo reseña un reportaje de Roberto Deniz y Elías Camhaji para Armando Info.
La red opaca que intercambió petróleo de Venezuela operó con la ayuda del gobierno mexicano
La estructura empresarial que Alex Saab hizo registrar en Turquía, dada a conocer en 2018 por un reportaje de Armando.info, apenas sirvió como una partida en falso para sus planes de exportación del carbón venezolano. Casi en simultáneo, el mercader colombiano hacía contacto con su par mexicano Joaquín Leal para urdir una red que no solo comercializaría crudo de la petrolera estatal venezolana PDVSA como parte de una maniobra evasiva de las sanciones impuestas por Washington, sino que se haría cargo de un esquema para exportar el carbón extraído de las minas del Zulia, al occidente de Venezuela. Con la jugada, miles de toneladas, valoradas en millones de dólares, terminaron en puertos de México y Centroamérica.
Documentos obtenidos por El País y Armando.Info sobre la red de Libre Abordo y otras empresas, que con base en México se extendió a 30 países, documentos que en número de miles sirven de insumo para la serie de investigación periodística «El bypass mexicano contra las sanciones», detallan en diversas comunicaciones la participación de Leal y Saab en el negocio del carbón.
Desde mediados de 2019 Alex Saab -detenido en Cabo Verde el 12 de junio de 2020 y acusado por cargos de lavado de dinero por un tribunal de Miami, a donde podría ser extraditado- y Joaquín Leal, controlaron buena parte de la producción de PDVSA con la comercialización de crudo a través de la compañía mexicana Libre Abordo. Por ese motivo, el año pasado el Departamento del Tesoro incluyó al empresario mexicano en la llamada lista Clinton de la OFAC -siglas en inglés de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro-, donde el propio Saab y su socio Álvaro Pulido Vargas estaban desde mediados de 2019. En conjunto con esa operación central con el petróleo, Saab y Leal ampliaron su line up de productos venezolanos al incorporar el carbón del Zulia.
El rastro del hollín
Un decreto presidencial, contenido en la Gaceta Oficial número 41.472 del 31 de agosto de 2018, anunció la creación de la “empresa mixta” entre la estatal Carbones del Zulia (Carbozulia) y la desconocida sociedad turca Glenmore Proje Insaat. Esa autorización de Nicolás Maduro desplazaba a la colombo-panameña Inter American Coal, con quien Carbozulia había hecho una alianza en 2017, para abrir paso a Alex Saab como socio del Estado venezolano. El empresario colombiano permaneció en las sombras, como en la mayoría de sus actividades con el chavismo, pero sus colaboradores están en los documentos de las empresas creadas ad hoc para la ocasión.
La UIF México y EEUU trabajan juntos para desmantelar la red de corrupción con los CLAP
El rastro dejado en los papeles de incorporación de Glenmore Proje Insaat lleva hasta Lorenzo Antonelli, un joven italiano de 28 años, director de varias sociedades ideadas por el empresario colombiano y, más importante aún, su concuñado. La sociedad tiene también figura jurídica en Reino Unido, donde Antonelli fue director. El esquema repitió el patrón seguido con el oro, en el que el propio Antonelli estaba parapetado tras otra compañía turca que se unió con Minerven, cuando la estatal ya era presidida por Adrián Perdomo Mata, exempleado de Saab y Pulido.
El lazo de Antonelli con los negocios del empresario detenido hace un año ha quedado de manifiesto en investigaciones policiales como la llevada por la Guardia Di Finanza italiana al vincularlo, junto a la esposa de Saab, en operaciones de posible lavado de dinero.
La red que burló las sanciones de Estados Unidos a Venezuela
Para el negocio del carbón, la tentativa de Glenmore fue sólo el primer paso. Joaquín Leal y sus operaciones en México completaron el círculo. Ese país ya había servido de base para los negocios de Alex Saab y Álvaro Pulido, al menos, desde 2016. Allí compraron y despacharon miles de cajas CLAP con alimentos de mala calidad para el régimen de Maduro, tras asegurarse millonarios contratos usando firmas de Hong Kong, primero, y luego de Turquía y los Emiratos Árabes Unidos. En octubre de 2018 la entonces Procuraduría General de la República en México confirmó las irregularidades en el negocio y abrió una investigación contra varias de esas compañías, que finalmente se libraron con el pago de multas leves. De modo que este precedente no les inhibió a la hora de adoptar a México de nuevo como base para su emprendimiento con el carbón venezolano.
Una vez cimentada la relación de Alex Saab con Joaquín Leal, los negocios en México se multiplicaron. El éxito de la dupla se puede medir por el alza repentina que en 2019 experimentaron las exportaciones venezolanas de carbón, alicaídas durante años.