El periódico El País ha informado que Luis Mariano Rodríguez Cabello es considerado el presunto testaferro y una figura clave en la trama que habría saqueado alrededor de 2.000 millones de dólares de Petróleos de Venezuela (PDVSA). Según el diario español, formaba parte de un grupo que cobraba comisiones ilegales del 10% para favorecer la asignación de contratos en la estatal venezolana.
El informe destaca que el empresario manejó un conjunto de 11 cuentas en la Banca Privada d’Andorra, donde el grupo liderado por los exviceministros Nervis Villalobos y Javier Alvarado ocultó una parte del dinero saqueado.
Según un informe confidencial de la Unidad de Inteligencia Financiera de Andorra, entre los años 2007 y 2015, Rodríguez Cabello movió aproximadamente 1.144,6 millones de dólares. Se le considera el testaferro de Diego Salazar, primo del expresidente petrolero Rafael Ramírez. Rodríguez Cabello habría ocultado su identidad en la Banca Privada d’Andorra a través de varias sociedades instrumentales panameñas, manteniendo solo su nombre en una de ellas.
Los excesos de Diego Salazar: 610.000 dólares en el Ritz y 806.630 en relojes
El empresario habría utilizado una de las «herméticas piezas de su engranaje mercantil» para transferir 616 millones de dólares de empresas asiáticas. Parte de este dinero se trasladó a un depósito en Suiza a nombre del magnate venezolano de seguros Omar Farías, quien también ha sido imputado en el caso en Andorra.
A través de la cuenta a nombre de la sociedad Highland Assets Corp, Rodríguez Cabello recibió 121,3 millones de dólares de la empresa china Sinohydro Corporation Ltd., una compañía presente en 72 países y adjudicataria de dos fases de la planta termoeléctrica La Cabrera, en el estado Aragua, cuya construcción costó 603 millones de dólares.
Además, se identificó que también ingresó dinero en esa cuenta proveniente de las empresas China Machinery Engineering Co ($70,5 millones), Shandong Kerui Petroleum Equipment ($17,1 millones), Cici Venezuela ($25,1 millones) y Yutong Hong Kong Limited ($11,8 millones). Estas transacciones formaban parte de un contrato firmado en 2010 entre los gobiernos de China y Venezuela, a través del cual las compañías de ingeniería obtuvieron lucrativos contratos en Venezuela, que luego habrían sido aprovechados por el grupo corrupto para enriquecerse.
La publicación de El País también destaca que el presunto testaferro habría utilizado una parte del botín para financiar lujos y gastos suntuarios de los miembros de la red. Entre ellos, se menciona que una de las cuentas fue utilizada para pagar facturas por un total de 604.034 dólares en el hotel Four Seasons George V de París, entre los años 2009 y 2010, donde, según documentos, Diego Salazar habría disfrutado de estancias en suites con vistas a la Torre Eiffel y en restaurantes con estrellas Michelin. También se identificó que desde esa cuenta se costearon facturas por 307.889 dólares en la tienda francesa de vinos Lavinia y por 553.923 dólares en el hotel Ritz.
El nombre de Rodríguez Cabello también apareció como representante en depósitos conjuntos con la venezolana Estíbaliz Basoa, quien ingresó 6,4 millones de dólares, y con el ingeniero José Enrique Luongo, quien ingresó 21 millones de dólares.