Carlos Tablante | No al fraude: Defendamos nuestro voto

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Carlos Tablante

Lo  logramos. Con la rebelión de los votos, la candidatura de Edmundo González Urrutia, el liderazgo de María Corina Machado y los partidos de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), obtuvimos una gran victoria. La avalancha de votos, por la cual apostamos contra todo pronóstico, se produjo en una situación de máxima desventaja y desequilibrio institucional que fue superada por el rechazo a Maduro y la firme y contundente aspiración de los venezolanos por el cambio y la libertad.

Un hecho público y notorio es que Edmundo González Urrutia resultó ser el presidente electo en las elecciones del pasado 28 de julio. Con más de 7 millones de votos y las copias de las actas publicadas por la oposición, este dato es irrefutable. Venezuela entera pide, haciendo valer su derecho, que se publiquen las actas de cada mesa de votación que están bajo la custodia del Plan República y el CNE.

Han pasado los días, no se han cumplido los lapsos para la publicación de los resultados oficiales – mesa por mesa y estado por estado – y el régimen pretende imponer un fraude grotesco.

Sin lugar a dudas y de manera irrefutable, la mayoría del país expresó con su voto su aspiración al cambio político. Maduro, actuando como el peor de los autócratas quiere imponerse con ambición desmedida ante el rechazo y el desprecio de todo un pueblo, principalmente de los sectores populares que son las mayores víctimas de su corruptela e ineficiencia.

Se desconoce el origen de los resultados fraudulentos que presentó Elvis Amoroso, ya que como ha dicho Enrique Marquez, no salieron de la sala de totalización del CNE y ademas fueron comunicados al país sin reunir al cuerpo rectoral de la institución, como siempre se había hecho. Se trata de un “boletín”  fraudulento, con cifras improvisadas e incoherentes, que ha originado una ola de indignación la cual se ha manifestado espontáneamente a lo largo y ancho del país. La consigna es una sola: que se publiquen las actas!

El autócrata ya no solamente aparece como el cabecilla de un Estado delincuente, sino que ahora también exhibe la cara mas cruel de un Estado terrorista persiguiendo dentro del PSUV a quienes considera que lo han traicionado y por supuesto realizando una razia represiva con allanamientos y órdenes de captura  en todos los barrios y urbanizaciones del país, amenazando con recluir a los detenidos en los penales más peligrosos.

El lamentable saldo de mas de una decena de muertos, cientos de heridos y detenidos, ha sido producto de actos delictivos propios de la maquinaria de represión de un Estado terrorista con la que el autócrata Maduro – responsable del fraude – pretende silenciar el reclamo de los millones de electores que exigen el respeto de los resultados electorales.

La escalada represiva continúa, y a pesar de que Edmundo González Urrutia y María Corina Machado han actuado con apego a la ley y convocando a manifestaciones pacificas, el asalto vandálico a la sede de ConVenezuela, las amenazas rabiosas de Maduro de encarcelarlos, constituyen nuevas agresiones  que sumadas al fraude, ratifican la naturaleza autocrática y cleptocrática del régimen.

Por lo pronto, ya hay un líder político desaparecido. Freddy Superlano, Secretario General de Voluntad Popular, que le había ganado las elecciones de gobernador al chavismo-madurismo en Barinas en 2021, fue secuestrado de su casa por un grupo de encapuchados, y aunque el régimen reconoce tenerlo preso, no informa de su paradero ni a los familiares ni a sus abogados. Igualmente, se mantiene un acoso represivo a los dirigentes de Vente, Primero Justicia, la Causa R y Un Nuevo Tiempo.

Los propios observadores invitados por el régimen, como el Centro Carter, así como los países y las personalidades políticas internacionales hasta ahora aliados de Maduro, también exigen que el régimen muestre las actas del CNE, que son las mismas que están en manos de la oposición, avaladas por los miembros de mesa, los testigos de todos los partidos (incluyendo el PSUV) y el Plan República que ya han sido publicadas por la oposición.

Por cierto que las palabras de Pedro Sánchez, presidente del gobierno de España, ratificando lo dicho anteriormente por su canciller Albares, son categóricas: » Es imperativa esa transparencia en el recuento electoral . Para poder reconocer esos resultados hay que poder verificar las actas de todas las mesas”. En el mismo sentido se han expresado Boric, Petro, Lula y la mayoría de los presidentes democráticos del continente.

¿Qué hacer ahora?

Maduro se quiere robar los votos de Venezuela. Debemos defender nuestro derecho a elegir. Lo más importante ahora es perseverar, reconociendo y apoyando los lineamientos de quienes están al frente de la conducción política, es decir, Edmundo González Urrutia, María Corina Machado y los partidos que integran la PUD.

Es necesario que el contenido de las convocatorias para la defensa del resultado de las elecciones se realice en clave popular, tomando en cuenta que la mayoría de los votos por el cambio provienen de los sectores más necesitados.

Hay que continuar las gestiones en el campo internacional utilizando todos los recursos diplomáticos al alcance para que se reconozca la victoria de Edmundo González Urrutia y su condición de presidente ganador de estos comicios.

Esperamos un pronto pronunciamiento de José Luis Rodríguez Zapatero, hasta ahora muy hermético, a pesar de haber estado en Caracas el domingo 28 y haber presenciado las elecciones y el resultado que todos conocemos. Nos informan que estaría realizando gestiones diplomáticas para encontrar una fórmula que evite que el fraude se consolide acompañado de una escalada de represión y violencia, con más muertos, detenidos y desplazados.

Se ha hablado también de la propuesta de una comisión de alto nivel de la ONU que se instalaría en Caracas para revisar, junto a los representantes de Edmundo González Urrutia y Maduro, las actas de cada una de las mesas de votación. El resultado de dicha auditoría sería aceptado por las partes.

La ruta de Maduro de llevar el tema electoral al TSJ, para tratar de ganar por la vía de una trampa judicial lo que no ganó con los votos, constituye una ruta poco creíble, ademas de ilegal, que lo que busca es blindar el fraude desde el TSJ. Se trata de una calle ciega con absoluta opacidad.

Por último, la FANB no puede seguir siendo cómplice del fraude de Maduro. Los militares deben rectificar y cumplir y hacer cumplir la Constitución, tal como lo juraron. Las armas bajo su poder no deben estar al servicio de una persona o parcialidad política, como dice el artículo 328 de la Constitución.

O cumplen su juramento o los responsables de los mandos militares que están avalado el fraude, se hundirán en el basurero de la historia junto con Maduro.

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