La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, ha extendido hasta abril de 2025 la licencia que permite a Chevron operar en Venezuela bajo restricciones específicas. Esta renovación automática, que se realiza cada seis meses, autoriza a la empresa a continuar extrayendo crudo en territorio venezolano, pero con limitaciones claras en cuanto a sus transacciones con el régimen de Nicolás Maduro.
El abogado José Ignacio Hernández, a través de su cuenta en X, advirtió que, aunque la licencia prohíbe el pago de regalías e impuestos al régimen venezolano, estas condiciones no se están cumpliendo de manera transparente. Según Hernández, Chevron sigue efectuando pagos a las autoridades de Maduro, lo cual ha generado controversia en torno a la aplicación real de las sanciones impuestas.
Desde noviembre de 2022, tras un acuerdo entre la oposición venezolana y el chavismo en el marco del diálogo político, Chevron fue autorizada por Estados Unidos para extraer y exportar petróleo venezolano hacia su territorio. Sin embargo, esta licencia impone varias condiciones que la empresa debe cumplir, entre ellas:
- No pagar impuestos ni regalías al gobierno venezolano.
- No distribuir dividendos a PDVSA o sus filiales.
- Limitar la venta de petróleo exclusivamente a Estados Unidos.
- Prohibir transacciones con entidades controladas por Rusia en Venezuela.
- No expandir sus operaciones en nuevos campos desde enero de 2019.
En julio de 2023, la Asamblea Nacional, controlada por el chavismo, aprobó una extensión de la participación de Chevron en Venezuela hasta el año 2050, a través de la empresa mixta Petroindependencia. Originalmente, esta participación estaba limitada hasta 2035, pero fue ampliada por 15 años más.
La renovación de la licencia a Chevron y la extensión de sus actividades en Venezuela han generado críticas debido a la falta de transparencia y el incumplimiento de algunas de las restricciones impuestas.