Un informe reciente de la Coalición de Responsabilidad Financiera y Transparencia Corporativa (FACT) ha revelado que Estados Unidos se ha convertido en el destino principal de los ingresos derivados de delitos ambientales cometidos en la Región Amazónica. Basado en el análisis de más de 230 casos, el informe destaca cómo actividades ilegales como la minería y la tala utilizan empresas fantasma para ocultar las ganancias ilícitas obtenidas de la destrucción de uno de los ecosistemas más importantes del planeta. Con información Fact Coalition.
Julia Yansura, directora del Programa sobre Delitos Medioambientales y Finanzas Ilícitas de FACT, subraya que «el Departamento del Tesoro ha reconocido el papel de EE.UU. como uno de los principales destinos de estas ganancias ilegales». Añade que el informe pone de relieve la urgente necesidad de una mayor colaboración entre Estados Unidos y los países amazónicos para investigar y enjuiciar estos crímenes, muchos de los cuales tienen carácter transnacional.
Este tipo de cooperación parece estar avanzando. En julio, el Departamento del Tesoro lanzó la Iniciativa de la Región Amazónica contra las Finanzas Ilícitas, un esfuerzo intergubernamental diseñado para facilitar el intercambio de información y ofrecer asistencia técnica a los países amazónicos. El informe de FACT detalla qué tipo de colaboración e intercambio de información serán necesarios para maximizar el impacto de esta nueva iniciativa.
El estudio también aborda la «convergencia de delitos», señalando cómo los crímenes ambientales suelen estar acompañados de otros delitos, como la corrupción, el narcotráfico y el financiamiento del terrorismo. En los países de la Amazonía, la corrupción es el delito convergente más frecuente, y según Sandra Martínez, de Transparencia por Colombia, «la protección ambiental solo será efectiva si se aborda la corrupción y se fortalecen las instituciones».
Con la próxima Conferencia de la ONU sobre la Biodiversidad en Colombia, Yansura advierte que “los delitos ambientales no solo destruyen el medio ambiente, sino que generan importantes ganancias ilícitas”. Subraya la importancia de combatir no solo el daño ambiental, sino también los mecanismos financieros que permiten a los delincuentes lucrarse de la devastación de la Amazonía.
Este informe ofrece una guía clave para enfrentar el flujo de dinero ilícito vinculado a la explotación de los recursos naturales y proteger el futuro de la región amazónica.
